La quiropráctica durante el embarazo ayuda de forma natural a la embarazada a reducir las molestias de este período, preparando además la columna y la

pelvis para el parto. El embarazo es claramente un momento de grandes cambios físicos y químicos en el cuerpo de la mujer. Esto no sólo influye a nivel de aumento de peso o alteración de su campo de gravedad, sino que su columna se vuelve más flexible al producir relaxina, una hormona que liberan los ovarios para relajar los ligamentos pélvicos de cara al parto. Pero si ya existe un desequilibrio previo, la relaxina puede aumentar el malestar al formarse más subluxaciones que pueden debilitar el sistema nervioso de la madre. Los resultados de la quiropráctica deben complementarse con un estilo de vida saludable, cuidando nuestra alimentación e higiene postural y bebiendo agua suficiente para ayudar a eliminar las toxinas del organismo.

"El tiempo siempre ha perpetuado y lo seguirá haciendo a aquellos métodos que mejor sirven a la humanidad. La quiro práctica no será la excepción a esta regla”